16 de setembro 1983

Mais Lidos

  • "Teologia de ganso": a arte de formar presbíteros impermeáveis à realidade. Artigo de Eliseu Wisniewski

    LER MAIS
  • O drama silencioso do celibato sacerdotal: pastores sozinhos, uma Igreja ferida. Artigo de José Manuel Vidal

    LER MAIS
  • A herança escravocrata dos setores poderosos da sociedade brasileira agrava a desigualdade e mantém o privilégio dos ricos

    O assalto do Banco Master foi contratado pelas elites financeira e política. Entrevista especial com André Campedelli

    LER MAIS

Assine a Newsletter

Receba as notícias e atualizações do Instituto Humanitas Unisinos – IHU em primeira mão. Junte-se a nós!

Conheça nossa Política de Privacidade.

Revista ihu on-line

O veneno automático e infinito do ódio e suas atualizações no século XXI

Edição: 557

Leia mais

Um caleidoscópio chamado Rio Grande do Sul

Edição: 556

Leia mais

Entre códigos e consciência: desafios da IA

Edição: 555

Leia mais

16 Setembro 2020

Jim Guadalupe Carney. Honduras, †1983.

Jesuita de origen estadounidense, acompañando la lucha de su pueblo hondureño. Nacido en Chicago, Estados Unidos, su nombre es James Francis. Estudia ingeniería, es soldado en la Segunda Guerra Mundial y obrero en la fábrica Ford, hasta que decide ser jesuita. Desde entonces comienza a soñar con ser misionero en Honduras y con imitar a Jesús hasta el martirio. Como escribe en su autobiografía: "Sentía fuertemente que Cristo me daría la gracia de ser mártir por la justicia."

Ya en Honduras, decide llamarse Guadalupe. Y desde entonces es el "Padre Lupe". Capturado y torturado, es finalmente asesinado por el ejército hondureño -asesorado por el ejército norteamericano- en El Aguacate, Olancho, en plena selva hondureña. Muere acompañando a los campesinos que toman las armas para liberar a su pueblo. Guadalupe afirma: "El noventa por ciento de los guerrilleros de Centroamérica son católicos y necesitan la presencia de un sacerdote para la reflexión evangélica y para los sacramentos. Yo tengo que acompañar a mi pueblo en su lucha por la liberación." Hasta llegar a esta entrega,

Guadalupe recorre un largo camino: apenas ordenado sacerdote, en 1962, llega a Honduras para trabajar entre los campesinos de Yoro y Colón. Vive entre ellos, compartiendo su pobreza, los escucha, anima sus sindicatos, denuncia, escribe. "Quiero vivir y morir por ellos", afirma. Hasta que en 1979 es expulsado del país. Veinticinco mil campesinos firman un petitorio para que regrese, pero el gobierno no se lo permite. Va a Nicaragua y trabaja en la frontera norte, para estar más cerca de su pueblo hondureño. Y ya él regresa para encontrar el martirio y la resurrección.